martes, abril 17, 2007

día 1.5.2 primer intento

Soy Alejandro Corredor Parra.
Me gusta el bossa, detestar las
verduras pero escribir sobre ellas.
Soy adicto a la mujer, no a las
mujeres, sino aquello que es la
mujer, con sus viceras, su vientre y su capacidad de ser madres.
Soy marea, y como la marea un
constante flujo, un rastro
del movimiento del viento sobre mí.
Tengo la sensibilidad para pensar
en apasionadas estéticas de la mujer
y del hombre, lo sufiente como para
creer que la mujer es curvas y el
hombre es líneas rectas con esquinas
puntiagudas.
Soy lo suficientemente sensible
para encontrar belleza y felicidad
en caminar por la calle de la
librería Merlín, para agradecer los
días de lluvias imparables y
querer crear mundos y no-lugares
para aquellos a quienes quiero.
No me gusta hablar mucho de mi pasado
ni de mi padre
aunque sé que es lo que me ha hecho
el hombre que soy en este momento.
Me gusta ser caballerozo, y que me digan
que lo soy, a pesar de que no logro ser
diplomatico, y aunque se lo critique
a la gente, la verdad es que me gustaría
aprender a serlo.
No creo en salvar al mundo de la pobreza,
ni cambiar el sistema capitalista en el
que estoy inmerso; sin embargo, sí me gustaría
destruir el mundo para construir uno
donde el vivo no viva del bobo,
y los artistas podamos crear sin morirnos de hambre.
Me encanta ser rolo (aunque impuro) y los rolos,
me encata cómo se visten y la clase
inglesa (tergiversada) con la que actuan.
Soy work-holic, porque la poesía es vida
y quiero vivirme, con todo lo que ello
significa.
Cuando me enamoro me enamoro completanemte,
y lo doy todo, y doy llaves sin limites
para que esa mujer entre en mi vida completamente.
Puede que no me gusten cosas de las personas
de las que me enamoro, pero no se trata
de cambiarlas (aunque no puedo negar que
casi siempre me equivoco y le pido que las cambien)
sino de que no me gustan pero
amo a la persona que las tiene si estoy
enamorado de ella.
Estoy creciendo y cometo muchos errores
al atarme a mis sueños futuros y pensar
que no van a cambiar con el tiempo.
Los cambios radicales me cuestan trabajo,
pero ahora sé que crezco en la medida
en que los voy aceptando y no los rechazo.
Me encantan las personas que son intensas
con el cariño o el amor que me tienen
y que me buscan y que me esperan.
Soy terriblemente bravo e irritable
y cuando me dejo llevar hiero a mucha
gente que no debería herir.
Me encanta escribir para que me lean
porque creo que mis palabras dicen algo,
sin que necesariamente tengan una intensión
comunicativa.
Cuando estoy triste me enrrosco en mí mismo
y no dejo que las personas me ayuden
a solucionar mis vainas.
Ultimamente no me gusta estar sólo
pero reconozco que tengo que aprender
a saber estar conmigo mismo.
Presiono a la gente que quiero
porque prepotentemente creo que sé
lo que es la vida: ERROR.
Me gusta el ron, el son cubano y los puros...
nunca me han gustado los tragos finos.
Creo que los besos que doy son muestras de afecto
y nunca he logrado dar un beso a una
persona a la que no he querido realmente.
Quiero ganar dinero, mucho, por lo menos el
suficiente para tener una casa en la candelaria,
un piso en barcelona y una casita vieja
en la ciudad amurallada de mi querida Cartagena de Indias.
Quiero vivir en las torres del parque,
o también en el antiguo hotel continental.
No creo ser un tipo totalmente emocional,
ni creo ser tampoco totalmente racional,
siempre estoy fuyendo entre lo uno y lo otro,
todo depende de los vientos.
Soy un hombre que llora cuando ama,
pero me gusta ser hombre hombre
y los intereses clichesudos que a los hombres nos
gustan.
Aunque deje luchas sin concluir,
me gusta luchar hasta sudar la ultima gota de sangre
por lo que amo, lo que quiero
y lo que deseo.
A ratos me gusta ser un mamerto intelectual,
pero nunca me han gustado las posiciones
radicales de estos.
Creo en la fidelidad y la monogamia,
creo que cuando uno ama, ama a una
persona, y si cree que ama a alquien más
es porque lo hace en relación a la
primera persona que ama en ese momento.
Sé que hay un nobel en mi futuro
y que cuando suba a recibirlo
ahí estará la mujer que amo aplaudiendome.
Me gusta escribir literatura infantil,
cuentos y poemas para niños,
me parece que ahí está la parte más
maravillosa de la literatura.
Tengo una extraña fijación con Pombo
tanto con su obra infantil,
como con su poesía oscura y maldita.
Escribo poesía de amor para que la
mujer que amo se enamore de mí, aunque la verdad
nunca me ha dado los resultados que espero.

Finalmente (por ahora, tal vez siga intentando más tarde),
sólo me gustaría decir
una cosa más:
Soy marea, soy una marea que el viento ha alejado de
su orilla, y sólo espero ahora, poder volver
algún día a esa playa que siento es mi hogar.

No hay comentarios.: