A Laura
llevo toda la tarde buscando un poema para tí,
y no lo encuentro,
y no lo hayo.
Busco entre los cantares de Neruda
y de su copiante Benedetti,
Busco entre las pieles soñadas del uno,
y las bellas palabras del otro,
y aún así, no lo encuentro.
Busco en las ensoñaciones estrepitosas de
mis surrealistas y entre los clamores
de mis poetas consanguinios,
pero no lo hayo.
Leo minusciosamente cada uno de sus libros,
cada palabra mal puesta,
cada coma que sobra,
y sólo me topo con su hausencia.
Encuentro uno que me gusta, pero veo
que no estas escondida en sus letras,
pero habla de vos, como si yo te escribiera,
pero no eres tú la que está ahí pintada.
tal vez, ese es el problema, no busco un
poema para vos, te busco a vos en cada uno de ellos,
y por eso no te encuentro,
y por eso no te hayo,
porque tu piel de nutria que dejaste una noche al salir del mar,
porque tus curvas de pinceladas de agua sobre el aire,
porque tus ojos verdes con su mirar esperanzado,
porque tu espera por las palabras del mal poeta,
porque tus tiempos de grano de arena,
porque tus miedos irreversibles a las ocho patas,
porque tu cola de sirena que me canta canciones hipnotizantes escondidas en palabras amorosas y furiosas
no se han escrito en ninguno de ellos.
lunes, diciembre 11, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
por favor no hables de mis ojos. No quiero nunca que hables de ellos de nuevo, menos que son verdes, mis ojos no son nada.
te amo, te amo mucho mi poeta y te prohibo que pares de escribir.
Publicar un comentario